lunes, 8 de marzo de 2010

Your heart lives in your vagina. Meredith Grey

El sábado hice algo que nunca pensé que pudiera hacer. Y no porque tenga un código moral que me lo impida. No… mi código moral siempre ha sido bastante dudoso y siempre acorde con los estándares de la sociedad… pero si jamás me imaginé ser capaz de hacerlo es porque siempre había tenido muy claro que antes de ponerle los cuernos a alguien, dejaría a ese alguien. También tiene que ver con que hace años que no tenía una relación cerrada, si es que mi relación con I es cerrada ya que aún no hemos hablado de nada al respecto. Podría decir que no sé por qué lo hice pero mentiría…

Pero no adelantemos acontecimientos que hace mucho que no publico y tengo muchas cosas que contar.

Primero pedir perdón por haber estado tanto tiempo sin escribir. Han sido unas semanas bastante terribles. Todo empezó cuando me llamaron mis padres para decirme que le habían encontrado un cáncer terminal a mi tío, al único con el que me llevo bien. De hecho, el único por parte de mi padre que aún estando casi tan mal de la cabeza como sus 7 hermanos restantes, es el único que tiene un corazón que no le cabe en el pecho. Desde entonces todo ha ido en picado.

Imagino que será normal que cuando te dan una noticia como esta, empieces a elucubrar sobre tu propia vida, sobre la suya, sobre lo que podrías haber hecho todos estos años para demostrarle que le quieres, y, egoístamente, te pones en su lugar para ver qué es lo que te gustaría hacer si te dieran esa noticia a ti.

Y así paso la semana posterior a San Valentín.

Además para el último fin de semana de Febrero, teníamos planeado un viaje a Bratislava que yo, en ese momento vi como mi salvación. Me había pasado los días anteriores al viaje llorando por las esquinas, he de reconocer que tenía la regla y cuando tengo la regla soy un grifo de lágrimas… Así que el viaje se presentó como mi oportunidad para olvidarme de todo y volver renovada a Bruselas.

Pero claro, a estas alturas creo que ya sabéis que no me suelen salir las cosas bien… así que no fue precisamente un viaje de ensueño sino que más bien estuve a punto de asesinar a una de las amigas de Timón.

Al viaje fuimos, Timón y Pumba, Spaguetti, LaPeruana (una amiga-rollo de Timón), LaVallisoletana y yo.

La Vallisoletana es una amiga de Timón de la universidad y que yo creía que era una chica maja y normalita pero resultó ser una marimandona y una imbécil de cuidado. Y no es solo mi opinión, que soy consciente de que la mayoría de las mujeres me sacan bastante de quicio… sino que opinan lo mismo Pumba e I.

El caso es que el viaje fue genial en cuanto a turismo. Estuvimos en Bratislava (que no tiene nada) y en Budapest (que es una maravilla de ciudad, os recomiendo que vayáis. Es baratita y preciosa.) pero en cuanto a relaciones personales… un pelín tedioso. Yo me pasé prácticamente todo el viaje en silencio ya que cada vez que opinaba, LaVallisoletana decía lo contrario o simplemente me ignoraba. Y mirad… a mi lo que menos me apetecía en ese momento era discutir con nadie y mucho menos faltarle el respeto a Timón… porque ella es su amiga así que tragué y me dediqué a ver edificios y a hacer fotos…

Así que cuando volvimos a Bruselas no solo no estaba mejor sino que estaba peor.

Sin embargo, tomé una decisión. Me vuelvo a España. ¿Motivos? A parte de los obvios, en Bruselas hace mucho frío, echo de menos a mis amigos… El motivo principal es que no quiero complicarme la vida. En Madrid tengo todo el apoyo que necesito, están mis amigos de verdad, los que me entienden y los que me meten en vereda cuando se me va demasiado la cabeza. Está mi familia, que por mucho que no tengamos la mejor relación del mundo, me quieren y les quiero y me gustaría estar con ellos en este momento tan duro para todos. En España puedo encontrar un trabajo sin demasiados problemas, puedo terminar la carrera y hasta puedo ahorrar a la vez. Y por último, después de un año tan locura como esta siendo este, creo que me vendría bien un poco de tranquilidad. Quien sabe lo mismo hasta encontrar una pareja que me haga sentar la cabeza y me evite todos estos quebraderos de cabeza. (Aunque esta última parte es la más irrealista de todas…)

Y esta decisión la tomé en el autobús de vuelta a Bruselas porque me di cuenta de que si este viaje lo hubiera hecho con mis amigos habría sido inolvidable mientras que en ese momento lo único que me apetecía era borrar de mi mente todos los momentos incómodos y desagradables que había vivido durante esos 5 días.

Una vez en Bruselas tenía muy claro que quería dejar a I porque no tenía sentido seguir si había decidido que me volvía. Que era la excusa perfecta y porque sentía que más que estar con él porque me gustase estaba con él porque estaba cómoda. Así que bueno decidí darle una oportunidad más a al relación pero imaginando que sería un desastre como había sido hasta entonces…

Y ahí es donde todo cambió. Fue una tarde increíble. Se vino a mi casa porque había notado por teléfono que estaba un tanto deprimida. Así que se vino y cuando le empecé a hablar del viaje me dijo, necesitabas desahogarte ehh. Y le dije que si y me contestó, bueno sabes que conmigo puedes hablar, que soy de fiar.

Y en ese momento, exactamente ahí, me di cuenta de que no podría dejarle, de que era la única persona que me hacía sentir especial en Bruselas, de que era, de hecho, la única persona con la que podía hablar.

Así que terminé de desahogarme y nos fuimos a tomar algo. Fue la primera vez que salíamos los dos solos y la primera vez que teníamos una conversación bastante interesante. Me sirvió para pillarme por él. O al menos eso creía. Y estuve toda la semana feliz de la vida, al menos con él.

No sé si lo he contado pero el subconsciente me sigue traicionando y el otro día estuve a punto de soltarle, sin darme cuenta, algún día harás a una chica muy feliz… Es como si yo supiera que a mi no me va a hacer feliz, que no tiene lo que me hace falta pero aún sigo con él.

Es horrible.

Y el viernes todo se volvió a estropear.

Yo necesitaba un fin de semana de juerga de verdad. De fiesta, de olvidar. Un fin de semana que me diera lo que el viaje no me había dado. Pero, por supuesto, no pudo ser. El viernes fuimos al Cabraliego, un bar-restaurante asturiano y nos pusimos hasta el culo de sidra pero en cuanto los catalanes (unos amigos) dijeron de ir al centro a bailar Timón y Pumba se echaron para atrás. Yo, que había bebido bastante, me cabreé y discutí con Pumba porque siempre hacía lo mismo y porque tenía la mitad de los bares de Bruselas vetados.

Así que la vuelta a casa lloviendo y con un frío de pelotas fue una tortura. Otra hora más de mi vida en silencio y dándole vueltas a la cabeza. I no fue capaz de acercarse a preguntarme nada, ni de darme un beso para ver si se me pasaba. Lo que en su momento me cabreó aún más y esa noche dormimos juntos porque lo último que me apetecía era irme a mi casa sola. Pero dormimos y punto y al día siguiente me fui a mi casa y se acabó.

Y aquí empieza la parte aún más desquiciante. Cuando me desperté en casa de I y vi el móvil, vi que tenía un mensaje de C, del cántabro (el que está tachado en la leyenda…).

Mi primera reacción fue no contestar… pero de camino a casa estuve pensando lo que me apetecía echar un polvo de verdad y no “hacer el amor”. Así que le contesté. Estuvimos diciéndonos burradas por sms todo el día y finalmente quedamos en llamarnos a eso de las 6 de la mañana, cuando abrieran el metro y pudiéramos ir a casa de uno de los dos. (Así es como hemos quedado todas las veces…).

Claro que para poder hacer eso yo tenía que mentir no solo a I, sino a Timón y Pumba también. No sé por qué pero me dolió más que nada mentir a Timón. Sobre todo porque Timón me pidió que si en algún momento no le era fiel a I que no se lo dijera que no quería estar entre la espada y la pared.

Y así lo hice. Les mentí a todos y a las 6 am me fui a casa de C. Decir que fue el mejor polvo de mi vida sería una exageración pero tampoco estaría exagerando demasiado. Si no fue el mejor, como mínimo tendría que reconocer que entre los 3 mejores está. Eso seguro. Tengo, de hecho, un moratón para demostrarlo.

Ahora… tengo que enfrentarme a I. No sé qué pasará. Si sentiré una necesidad descabellada de contárselo o no. Si sentíré que le he traicionado o si seré capaz de actuar como si nada. No sé si quiero seguir con I o si quiero dejarlo… Lo que si que sé es que si C me vuelve a llamar no creo que le diga que no. Y no es que sea una facilota o que me deje torear ni nada. Es que me apetece follar. Y por ahora no hay nadie que lo haga mejor que C. Es como dijo él, somos extintores mutuos… Cuando necesitamos que nos apaguen el fuego… nos llamamos…

El problema es que como le dice Grey en el último capítulo a su hermana pequeña creo que: my heart lives in mi vagina. Así que espero que no me ocurra como me ocurre siempre y solo se quede en sexo y no se convierta en unos sentimientos ficticios. Esto lo tengo que hacer por mi y olvidarme del resto del mundo.

Que ni I se merece que le haga daño ni C que le quieran.

Así que ahora solo espero tener las fuerzas suficientes para dejar a I y que me de tiempo a llegar a España para despedirme de mi tio…

Un besito a todos, si habéis llegado hasta el final de este post, os merecéis más de un beso jeje

Y nada espero que los siguientes posts sean más animados.

Muaaaaaaa

2 comentarios:

Aprendiz dijo...

Chica, tú lo que tienes es un lío en la cabeza de narices!!! vaya movidón...

Lady Montagu dijo...

"Que ni I se merece que le haga daño ni C que le quieran."
Totalmente de acuerdo, pero esto esta destinado a acabar como menos deseas...

cabra loca...

hablamos!!

muaaaaaaaa

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