Ya que he dejado más o menos un poco clara la intención de este blog, metámonos en materia. Y es que llevo tanto sin escribir nada que tengo una necesidad increíble...
Ha sido un mes bastante duro...
Todo empezó cuando me di cuenta de que me gustaba un chico. Y diréis ¿qué tiene eso de malo? Pues que desde hace 5 queridos años pensaba que era lesbiana.
En su momento, fue algo muy difícil... Siempre he sabido que me gustaban las mujeres pero nunca he tenido del todo claro si me gustaban los hombres o no.
El caso es que llegué a Bruselas y me empezó a gustar un niñato de 19 años, marroquí. Me di cuenta una noche en casa de unos amigos. No me acuerdo que día de la semana era pero imagino que no sería fin de semana porque decidimos hacer un plan tranquilito y quedarnos viendo una peli bien arropaitos.
Como él es igual de friolero que yo, nos tocó a los dos en el mismo sofá tapados con una manta. Y ¿cómo me di cuenta? Pues porque estábamos viendo Doomsday básicamente porque sale Rhona Mitra (fijaros en la foto y me decís...) y estaba más pendiente de él que de la queridísima Rhona.
Hacía años que no me pasaba algo así pero en su momento no le di importancia. Pensé que era porque llevaba un par de meses sin estar con una mujer y que el cuerpo me estaba pidiendo a gritos un poco de acción. Y así se quedó la cosa durante unas cuantas semanas. Quedábamos todos los fines de semana pero yo siempre he sido, vaya donde vaya, uno más del grupo. Un tio más con quien pueden comentar mujeres, beber cerveza e incluso hablar de coches (el fútbol es demasiado para mi...).
Hasta que llegaron las Chimays. El martes, 10 de noviembre, P, una amiga de aquí me llamó y me dijo que necesitaba salir y conocer a alguien. (Está enamorada de uno de sus amigos de aquí, del cordobés, pero este le ha dicho que no ya un par de veces...) Así que salimos. Llamé a I (el moro) como cualquier otra noche y le dije que si le apetecía salir. Me dijo que sí y ahí empezaron las cosas a caer en picado. Salimos cinco personas al Céltica, un garito "para ligar" que aquí y que esta lleno de extranjeros y de erasmus. Y como la noche prometía mucho, mucho... empezamos a beber de camino al bar. Para cuando llegamos ya estábamos todos un poquito perjudicados y claro... en el Céltica las Chimay (una cerveza típica de aquí que tiene del orden de 9 o 10 grados...) están baratísimas así que pedimos un par de rondas y cuando nos quisimos dar cuenta ya estábamos todos por los suelos... (Incluidos I y yo)
Y pusieron reggaeton... (¿No os ha pasado nunca que estáis en una fiesta en casa de algún amigo y que a la segunda canción de reggaeton no queda nadie en la pista de baile y, sin comerlo ni beberlo, todas las habitaciones de la casa, baño incluido, están cerradas con pestillo y no sabes a dónde ha ido toda la gente?) Pues eso es básicamente lo que pasó. Empecé a bailar con I y tachán...
Le solté: "No sabes lo que me pones" (Y lo cito para que no penséis que exagero... no no, cariños mios, me salió así, de golpe)
Y él me dio: "Y tu a mi..."
Y ya está... ya tenemos recipe for disaster como dicen los ingleses.
Nos fuimos a casa y os podéis imaginar... Y no os cuento como acabó P... que si no me quedo sin post para otro día.
Y así fue como empezó todo... pero dejémoslo por hoy que si no no tengo nada que contar más adelante...
miércoles, 9 de diciembre de 2009
Sex is the thing that takes up the least amount of time and causes the most amount of trouble. John Barrymore
Publicado por K. Merteuil en 18:09
Etiquetas: Bruselas, Céltica, recipe for disaster
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1 comentarios:
El alcohol es muy malo... XDD y las chimays peores!! XD
Reciept for disaster, me quedo con esta expresion, asi tengo algo mas que añadir a mi pobre disaster... XD muaaaa
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